Bella Addormentata

Descargar Fotos

Premios y Festivales

  •  Festival de Venecia

Ganadora Mejor nuevo actor emergente

  • Premio David Di Donatello

Ganadora Mejor Actriz de reparto: Maya Sansa

Nominada Mejor Sonido

  • Sindicato Italiano de periodistas cinematográficos

Ganadora Cinta de Plata: Toni Servillo

Nominada: Mejor Director, Mejor Producción de Diseño, Mejor Guión, Mejor Sonido, Mejor actor de reparto

 

  • San Pablo International Film Fest

 

Sinopsis

Un mosaico de varias historias entrelazadas que cuestionan el sentido de la vida, el amor y la esperanza, ambientada en los últimos seis días en la vida de Eluana Englaro, una joven mujer que pasó 17 años en estado vegetativo.

 

Ficha artística:

Toni Servillo … Uliano Beffardi

Isabelle Huppert ….. Isabelle Huppert

Divina Madre ……… Alba Rohrwacher

Maria ………… Michele Riondino

Roberto ……… Maya Sansa

Rossa ……… Pier Giorgio Bellocchio

 

Ficha técnica:

Director: Marco Bellocchio

Guión: Marco Bellocchio, Veronica Raimo, Stefano Rulli

Música: Carlo Crivelli

Fotografía: Daniele Ciprì

Productora: Coproducción Italia-Francia; Cattleya / Rai Cinema

 

Datos técnicos:

Título original

Bella addormentata

Año

2012

Duración

115 min.

País

Italia

 

Acerca del director: Marco Bellocchio

Desde muy pequeño mostró vocación por el cine, ya desde la escuela de los salesianos de Bobbio donde estudió (y donde estaba considerado un alumno rebelde). Frecuentó el cine local de Bobbio y en 1959 se fue a Londres para estudiar cinematografía.

Con veintiséis años dirigió en Bobbio su primera película, I pugni in tasca (1965), donde ya se evidencian las señas de identidad de su cine: su compromiso con el pensamiento de izquierda y su mirada crítica hacia la sociedad. La película fue rodada con gran economía de recursos, sufragada por la propia familia de Bellocchio (especialmente por su hermano Tonino) y rodada en la propia casa de la madre del director.

El mismo inconformismo y beligerancia política se advierte en sus siguientes obras, la película de ficción La Cina è vicina (1967) y el documental Il popolo calabrese ha rialzato la testa (Paola) (1969), este último producido por la Unione Comunisti Italiani. Con La Cina è vicina Bellocchio ganó el Gran Premio del Jurado del Festival Internacional de Cine de Venecia y el Nastro d’Argento del Sindacato Nazionale Giornalisti Cinematografici Italiani al mejor guion. En ese mismo año, participó dirigiendo el episodio «Discutiamo, discutiamo» de la película colectiva Amore e rabbia (el resto de episodios estuvo a cargo de Pier Paolo Pasolini, Bernardo Bertolucci, Carlo Lizzani y Jean-Luc Godard).

Bellocchio es ateo. Evocó su infancia y su tiempo de estudio con los salesianos en la película Nel nome del padre (1972), en la que actuó Laura Betti. En su siguiente película, Sbatti il mostro in prima pagina, actuó Gian Maria Volonté.

En 1974 intervino como actor en la película Pianeta Venere de Elda Tattoli. En 1975 estrenó la película Nessuno o tutti – Matti da slegare, en la que Bellocchio muestra crudamente las condiciones de vida en los manicomios. En 1977 rodó una versión de La gaviota de Antón Chéjov.

En 1978 conoció al psiquiatra Massimo Fagioli, con quien inició una larga y compleja colaboración: Fagioli participó activamente en la realización de cuatro películas de Bellocchio: Il diavolo in corpo, La visione del Sabba, La condanna e Il sogno della farfalla.

Tras rodar Armonica a bocca (1979) y Vacanze in Val Trebbia (1980), dirigió a Ángela Molina en Gli occhi, la bocca (1982) y a Marcello Mastroianni en Enrico IV (1984), basada en la obra teatral homónima de Luigi Pirandello. Su siguiente película, Il diavolo in corpo (1986) se basó en el libro de Raymond Radiguet. En 1987 rodó La visione del Sabba.

Sus películas más notables de los años 90 son La condanna (1990) y La balia (1999), protagonizada por Maya Sansa y basada libremente en la novela de Luigi Pirandello.

En 2002 dirigió a Sergio Castellitto en la película L’ora di religione, con la que ganó el premio Nastro d’Argento al mejor director. Se narra la historia de la canonización de una madre mártir, muerta por suplicar a uno de sus hijos que cesara de blasfemar. La película está narrada desde la perspectiva de otro de sus hijos, que se ha apartado por completo de la fe.

En la película Buongiorno, notte (Buenos días, noche, 2003) reconstruyó el secuestro y asesinato de Aldo Moro por las Brigadas Rojas. La película estuvo protagonizada por Roberto Herlitzka, Maya Sansa y Luigi Lo Cascio, entre otros. Buongiorno, notte ganó el Premio Especial del Jurado del Festival de Venecia de 2003.

En 2005 estrenó Il regista di matrimoni, protagonizada por Sergio Castellitto. Esta película participó en la sección «Un certain regard» del Festival de Cannes de 2006.

Su película Vincere se rodó en 2008. En ella narra la vida de Ida Dalser, amante de Benito Mussolini y madre de su hijo Benito Albino.

En 2010 dirigió para la RAI la transmisión en directo de la ópera Rigoletto de Giuseppe Verdi. Se realizó los días 4 y 5 de septiembre, con Plácido Domingo como Rigoletto, Julia Novikova (Gilda), Vittorio Grigolo (duque de Mantua), Ruggero Raimondi (Sparafucile), Zubin Mehta como director de la orquesta y Vittorio Storaro como director de fotografía. La representación tuvo lugar en los escenarios reales de la ciudad de Mantua en los que se ambienta la ópera. 148 países recibieron la señal en directo.

Entonces, anuncia su intención de hacer una película inspirada en la historia de Eluana Englaro y su padre. A pesar de numerosas dificultades de producción y los conflictos con la Film Commission de Friuli-Venezia. El rodaje comenzó en enero de 2012 en una villa histórica en Cividale. La película fue estrenada en Festival de Venecia, con el título de Bella addormentata y trata el tema de la eutanasia, y la dificultad de contar con una ley en fin de vida en Italia, que es el hogar de la frontera Ciudad del Vaticano, centro mundial de la Iglesia Católica.

Tras la decisión del jurado de Venecia, que excluía la película da León de Oro (asignado a el director Kim Ki-duk), Bellocchio realizó fuertes críticas expresadas por el Presidente Michael Mann y el trabajo de todo el jurado, acusado de penalizar y no entienden las películas italianas.

 

Dijo la crítica:

“Y ahora, Bellocchio. De ‘shock’ a ‘shock’. El director de ‘I pugni in tasca’, siempre tan comprometido con su tiempo y su cine (de hecho, acaban siendo lo mismo); siempre explorador de la frontera inestable entre sí mismo, su trabajo y la historia (de hecho, más allá de la realidad visible, su filmografía siempre encuentra la posibilidad del inconsciente); siempre, definitivamente, ahí (de hecho, el año pasado recibió el León de Oro a toda la carrera), presentaba su particular aproximación al caso de Eluana Englaro. De otro modo, la eutanasia. Palabras mayores.

Hablamos de la mujer que, tras 17 años en estado vegetativo, provocó un debate nacional en Italia y desencadenó una grave crisis política en el invierno de 2009. Bellocchio, con pulso firme, vuelve a aquel tiempo con la idea clara de no ceder a ninguna de las tentaciones evidentes; con el convencimiento de que la historia se construye desde el momento exacto en el que se cuestiona.

La estrategia del director, fiel a toda su obra, consiste en convertir la cámara en bisturí con el que diseccionar cada uno de los argumentos, cada una de las posturas, cada una de las motivaciones. Y así hasta alcanzar el punto exacto en el que es posible volver a pensarlo todo de nuevo.

El ruido y la furia que vivió la Italia de entonces (y que aún produce eco) es aislado en una especie de campana insonorizada. Sólo importan las razones o, mejor, la pasión que las soporta.

De esta guisa, el director da voz a todos, y lo hace con espíritu analítico, pautado, calculadamente frío. El drama del senador, él mismo con una mujer en estado terminal, que ha de votar lo que le dicta la conciencia y en contra de su grupo, se mezcla con el de la mujer que se niega a ver cómo desaparece su hija. De por medio, un médico consumido por la duda, una drogadicta empeñada en el suicidio y una joven pareja extraña a punto de ese momento extraño en el que la gente extraña deja de serlo (llámese amor). Tan extraño.

«La película desvela, creo, mi posición al respecto, pero de una manera compleja. No de una manera ecuménica en la que todos tienen razón, sino que he tratado a todos los personajes sin desprecio ni odio. Pero aunque miro con respeto y con curiosidad a quien tiene fe, no, no me he convertido», razonaba el director para explicar su ejercicio”.

El Mundo.es // Luis Martínez

Tags

Sorry - Comments are closed